miércoles, 15 de abril de 2009

Chute de vida

Necesito engancharme a ti, que seas la droga que me empuje de la cama todas las mañanas. Una raya, cuatro o cinco caladas, una botella… Ilusión, esperanza, alegría y una alta dosis de realidad es lo que quemo en esta pequeña cucharilla para luego inyectármelo.

Empiezas a hervir y mi boca esboza una leve sonrisa. Sé que pronto te tendré dentro, muy dentro. Este chute serán las esposas que nos unan para siempre.

Ya escucho cómo me llaman esos cantos de alegría, tan tuyos, convertidos en pequeñas burbujitas alteradas por la llama del mechero. Parece que el corazón se me va a salir del pecho. El tenerte tan cerca me excita tremendamente, el sentirte ahí…El mango de la cucharilla empieza a quemar demasiado. Cojo la jeringuilla; su tacto heterogéneo y frío, su forma cilíndrica… Llevo una bomba de relojería entre las piernas.

¿Qué vena escogerías tú, vida? ¿La más grande o, quizá, una más escondida?

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